Mindfulness.


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Mi trayectoria como docente y dinamizadora con adultos, jóvenes y personas mayores me ha enseñado que el conocimiento más valioso es aquel que podemos aplicar. Por eso, en este espacio, vamos a desglosar cómo tres pilares fundamentales – el Mindfulness, la Psicología Positiva y una Gestión Emocional efectiva – no solo se complementan, sino que se potencian mutuamente para ofrecerte una hoja de ruta clara hacia el florecimiento personal.
Empezaremos explorando el Mindfulness, no como una moda, sino como una práctica milenaria validada científicamente. Aprenderás de las profundas enseñanzas de Jon Kabat-Zinn para cultivar una atención plena que te permite estar verdaderamente presente en tu vida, observando tus pensamientos y emociones sin quedarte atrapado en ellos. Esta es la base para una mente más serena y reactiva.
De la mano de la Psicología Positiva, tal como la formuló Martin Seligman, nos adentraremos en el fascinante mundo de la construcción del bienestar. Aquí el foco cambia: en lugar de obsesionarnos con lo que "funciona mal", nos preguntaremos qué te hace florecer. Descubriremos cómo identificar y potenciar tus Fortalezas de Carácter (gracias a los estudios de Peterson), esos talentos innatos que te energizan y te permiten interactuar con el mundo de forma auténtica y efectiva.
El modelo PERMA de Seligman será nuestra brújula para entender los cinco pilares esenciales de una vida plena: Emociones Positivas, Compromiso (el estado de "Flow"), Relaciones significativas, Significado o Propósito, y Logro. Al comprender estos elementos, podrás identificar dónde invertir tu energía para cultivar un bienestar duradero y resiliente.
Finalmente, integraremos todo con una Gestión Emocional robusta y práctica. Mindfulness nos da la conciencia para notar lo que sentimos, y la Psicología Positiva nos da el marco para desarrollar un optimismo aprendido frente a la adversidad. Aquí, la gestión emocional no se trata de suprimir sentimientos, sino de desarrollar la alfabetización emocional (nombrar y entender tus emociones) y la capacidad de regulación para responder de forma adaptativa.
Aprenderás a crear esa crucial "pausa" antes de reaccionar impulsivamente, permitiéndote elegir cómo afrontar cada situación con mayor sabiduría y calma. Este es el camino para mejorar no solo tu bienestar interno, sino también la calidad de tus relaciones con los demás, construyendo una vida más intencional y plena.